LA AVENTURA DE RESTAURAR TU FURGO

Esto de tener tu propia furgoneta mola mucho pero no nos engañemos: da MUCHO trabajo.

Tenerla requiere de cierta paciencia y algunos conocimientos en mecánica. En cuanto la tienes quieres hacerle mil cambios, ponerla a tu gusto y que sea igual que esas que salen en las películas.

Así era Peggy cuando la compramos:

¿Qué os parece?

Nosotros creemos que para conseguir tener a punto tu furgoneta se necesitan 3 cosas: ganas, tiempo y dinero. 

La primera es fundamental y a nosotros nos sobra. La segunda va a rachas pero hay que reconocer que a veces es cuestión de proponérselo (cuando algo te gusta sacas tiempo de donde sea).

Eso sí, la tercera ya… es otro tema. Si eres un entendido en mecánica (que no es nuestro caso)puede que puedas ir haciendo tu solito pero aún así, el dinero siempre es importante. Las piezas y recambios no son precisamente baratos.

Durante el primer año, nosotros hemos intentado hacer algunos cambios que eran los que nos parecían más urgentes:

Desmotamos todos los muebles, los lijamos y los pintamos. Tapizamos los techos, la cama y los asientos. Hicimos cortinas nuevas a juego con la tapicería. Pintamos los parachoques. Cambiamos la bomba de gasolina y el alternador. Revisamos varios temas eléctricos que fallaban (luz marcha atrás y otros). Pintamos y modificamos el portabicis y le añadimos un portaskis. También le pusimos las pestañas en las luces delanteras y algún que otro capricho más ;)

Aun quedan muchas cosas por hacer (y dinero por invertir) pero cuando uno tiene un clásico ya se sabe: el trabajo no acaba nunca.

Os dejamos con algunas fotografías de cómo está ahora Peggy. Ha costado lo suyo pero ya veréis que ha cambiado mucho…

¿A que es bonita?

LOVE & JOY