LA RUTA 66: EL VIAJE DE NUESTRAS VIDAS

Quién nos conoce un poco, estará harto de oírnos hablar de esta aventura. Nosotros recomendamos hacer este viaje por lo menos una vez en la vida. ¿Por qué? Pues es complicado de explicar, pero lo vamos a intentar. Va a ser un post largo pero creo que te va a gustar, así que siéntate, relájate y continua leyendo.

La ruta 66 fue el principal itinerario de los emigrantes que iban al oeste, especialmente durante las tormentas de polvo de los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que la carretera atravesaba. La gente que prosperó durante la popularidad de la carretera fue la misma que años más tarde luchó por mantenerla viva cuando empezó a construirse la nueva Red de Autopistas Interestatales de Estados Unidos.

Para los que no la conocen, puede parecer un simple recorrido que atraviesa EEUU desde Chicago hasta Los Ángeles. Quizás esta definición es la más teórica de todas, y a grandes rasgos, podemos decir que es correcta.

Pero, desde nuestro punto de vista, la ruta 66 requiere de una ilusión especial, de dejarse llevar por todo lo que la envuelve, incluyendo sus gentes, sus carreteras, su música, su comida y sus paisajes. Porque no es una simple carretera, no. La ruta es un sentimiento que se mete dentro de ti y que una vez aparcado el coche, moto o autocaravana ya no te abandona en toda tu vida.

Podemos decir que algunos de los momentos más felices que hemos vivido juntos los vivimos ahí. Y eso no se olvida fácilmente.

En concreto, y para todos aquellos que os animéis a hacer este viaje, os vamos a explicar a grosso modo las etapas que hicimos y algunas de las cosas más interesantes que podéis encontrar en cada una de ellas.

ETAPA 1. Chicago - Springfield (IL)
Nada más aterrizar en EEUU tuvimos nuestro primer gran descubrimiento: la ciudad de Chicago. Tras haber estado en varias ciudades americanas, debemos decir que no hemos encontrado ninguna mejor y, aunque Nueva York nos gustó mucho (como ya os contamos aquí), a nivel arquitectónico y estético no creo que tenga rival. Chicago es una ciudad preciosa, muy caminable, con playas, parques, edificios, monumentos… Además es conocida por tener gente muy amable y por su gran oferta de ocio.

Antes de empezar la ruta y como es tradición, desayunamos en el restaurante Lou Mitchell's conocido por sus tortitas y su increíble ambiente. Ahí probé por primera vez los huevos al estilo benedict, y debo decir que nunca he vuelto a comerlos igual.

Y… preparados, listos, YA. En cuanto nos subimos al coche empezó la aventura, tal y como nos habíamos imaginado: carretera infinita, casas con porche y jardín, la ranchera siempre en la puerta, school buses… y como no, los famosos carteles que nos indicaban que estábamos atravesando la antigua ruta.

ETAPA 2. Springfield (IL) - Cuba (MO)
Una de las anécdotas que siempre recordamos de esta etapa es que, igual que nos pasaría muchas veces durante el viaje, nos perdimos. Pero esta vez fue diferente porque, intentando encontrar un camino que nos incorporara a la ruta (a veces no es fácil seguirla) descubrimos un lugar muy especial: covered bridge. 

ETAPA 3. Cuba (MO) - Galena (KS)

En esta etapa llegamos al estado de Kansas. Ahí, nos encontramos la Kan-O-Tex, una gasolinera museo (hay un montón en la ruta!), donde se encuentra el coche que inspiró el personaje de Tow Mater, en la película de Pixar Cars. En el interior del local, todo tipo de merchandising sobre la película, por supuesto. Y la propietaria, muy amable, nos explicó miiiil cosas sobre la ruta, sobre su historia y sobre su negocio. En el interior también había un pequeño bar donde nos hicieron unas hamburguesas buenísimas (uno de los grandes placeres de la mother road).

ETAPA 4. Galena (KS) - Oklahoma City (OK)
Fue básicamente una etapa de cambio y con algunas sorpresas como por ejemplo el Pop's Soda Ranch: una gasolinera, cafetería y tienda de soda (hay más de 12.000 tipos distintos a escoger!).

ETAPA 5. Ocklahoma City (OK) - Tucumcari (NM)

Aquí os podríamos contar muchas cosas que no os debéis perder si hacéis la ruta pero lo resumiremos en 3 cosas básicas.

Primero el museo de la ruta 66 en el pueblo de Clinton, nos dijeron que valía la pena verlo y la verdad es que nos gustó. Consta de un circuito que puedes realizar a lo largo de distintos locales ambientados con imágenes, objetos, coches y música de la historia de la famosa carretera.

Segundo, al llegar a Amarillo, obligatorio comer en el Big Texan Steak Ranch, uno de esos lugares al más puro estilo americano donde comer carne texana hasta reventar. Y es que si eres capaz de comerte un filete de 72 oz (2kg) en una hora… ¡No lo pagas!

Y por último, y antes de cambiar de estado de nuevo, uno de los imprescindibles de la famosa carretera: el Cadillac Ranch. ¿De qué hablamos? Pues de diez cadillacs medio enterrados e inclinados en el suelo en medio del desierto. Podrían estar en cualquier museo de arte contemporáneo, pero aquí están mejor, puesto que son una work in progress que cualquiera puede modificar a su gusto. Como es tradición, ¡Nosotros los personalizamos con nuestros nombres!

ETAPA 6. Tucumcari (NM) - Gallup (NM)
Dirección Albuquerque, os recomendamos hacer una parada en el 66 Dinner, un café al más puro estilo Grease donde hacen los mejores batidos del mundo. Y os aseguramos que no es una exageración.

ETAPA 7. Gallup (NM) - Flagstaff (AZ)
Y por fin… Llegamos al desierto. Y es que al entrar en Arizona es lo primero que te encuentras. Visitamos el Painted Desert y el Petrified Forest. Sólo podemos decir que fue una pasada, las fotos no hacen justicia a los paisajes que vimos.

ETAPA 8. Flagstaff (AZ) - Grand Canyion - Seligman (AZ)

Aunque estrictamente no forma parte de la ruta, aprovechamos la proximidad para visitar el Gran Cañón, una vistosa y escarpada garganta excavada por el río Colorado. Un lugar realmente espectacular, que bien merece una visita.

ETAPA 9. Seligman (AZ) - Oatman (AZ)
En esta etapa, existe un lugar míticos de la ruta que nos enamoró: Seligman, un pequeño pueblo que empezó a morirse, como tantos otros, cuando la I-40 substituyó a la 66 y los viajeros ya no tenían que cruzarlo para llegar a California. Éste hubiera sido su destino de no ser por los esfuerzos de un viejo barbero, Juan Delgadillo. Él ha sido uno de los principales impulsores de la recuperación de la ruta 66 como intinerario histórico.

Hoy en día, Seligman es un pueblo lleno de tiendas, casas y gasolineras restauradas, y la parada merece mucho la pena.
¡Qué bien lo pasamos allí!

Siguendo unas millas hay otra parada obligatoria: la Hackberry General Store. Otra de esas tiendas-gasolineras llena de mil curiosidades: fotos, souvenirs, matrículas, etc. Hasta un mapa donde cada viajero pone una chincheta para indicar de qué parte del mundo viene.

Como podéis ver, la ruta es muy famosa no solo en América, sino también en Europa.

ETAPA 10. Oatman (AZ) - Las Vegas (NV)
Oatman es una antigua colonia minera que ahora es muy típica visitar porque sus calles estan llenas de burros. Sí, habéis oído bien: burros. De hecho, si no fuera porque hay coches y harleys parece que estés en el antiguo oeste.

Y de aquí un desvío obligatorio también para visitar Las Vegas, donde vivimos mil y una anécdotas. Desde una boda nada convencional pasando por visitas a los mejores hoteles y un poco de juego en los míticos casinos.

ETAPA 11. Las Vegas (NV) - San Bernardino (CA)
La llegada a California nos gustó. Hacía mucho calor y paramos a comer en un lugar peculiar: Peggy Sue's 50's Diner. Un lugar encantador. Como ya os contamos en el blog (aquí) fue ahí donde mientras comíamos una hamburguesa gigante y una coca-cola empezó una conversación que lo cambiaría todo: ¿Y si nos compramos una furgoneta?

Lo que parecía una conversación sin grandes pretensiones acabó siendo una realidad, pero ahí aún no lo sabíamos.

ETAPA 12. San Bernardino (CA) - Los Ángeles (CA)
Y como todo lo bueno no dura eternamente, la ruta también tiene un final. Y ese final está en Los Ángeles, justo en el cruce de Santa Monica Boulevard con Ocean Avenue.

Llegas triste porque sabes que se ha terminado pero feliz al mismo tiempo porque lo has logrado y te llevas mil experiencias para siempre. Justo en ese momento, no hay nada como relajarse en la playa y ver la puesta de sol desde Venice Beach.

Y hasta aquí un pequeño pequeñísimo resumen de nuestra aventura a través de Estados Unidos. Si queréis más detalle sobre los preparativos del viaje, las etapas, los hoteles, las anécdotas y el detalle de toda nuestra ruta podéis consultar el blog que hicimos durante el viaje (aquí).

Este viaje marcó nuestras vidas. ¿Cómo? Pues gracias a él cambiamos nuestras prioridades, nos compramos una furgoneta clásica (nuestra Peggy) y empezamos a viajar por el mundo. De una manera u otra supongo que todos tenemos algún viaje que nos marca de una forma especial.

¿Cuál es el tuyo?



LOVE&JOY